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El Crack; Alfredo Landa,Jose Luis Garci y mucho Foro.

  • ktmktmktm
  • Jan 16, 2014
  • 6 min read

Una película en la que se ve a un Landa espectacular, un Garci enamorado de la Villa y Corte, y Madrid siendo la escena principal de una película de Cine Negro que engancha en cualquiera de sus secuelas.

El Crack” es una película dirigida por José Luis Garci en 1981 y escrita por él mismo y por Horacio Valcárcel, cuya segunda parte se rodó dos años después en consecuencia de la gran aceptación que tuvo la primera parte. Esta película fue dirigida en plena transición española, una época de grandes cambios políticos, sociales, económicos y culturales.

La película está protagonizada por Alfredo Landa, un actor cuyas películas estaban ligadas a la comedía y erotismo, una serie de obras denominadas “El landismo”, quién Garci lo define como “una mezcla de éxito y personalidad”. Esta temática se refleja en películas como “No desearás al vecino del quinto” (1970) de Ramón Fernández, o “Fin de semana al desnudo”(1974) de Mariano Ozores. En “El Crack” Alfredo Landa interpreta a Areta, un detective solitario, con interior oscuro y difícil de descubrir, lo más parecido al detective de cine negro americano del cual tan enamorado esta Garci, un personaje que nada tenía que ver con sus trabajos anteriores, dice Juan Julio de Abajo de Pablos: “pocas veces habíamos tenido ocasión de ver a un Landa tan “distinto” en todo como en el personaje que interpreta con sorprendente maestría: el de un antiguo policía que, por circunstancias de la vida, se ve metido a detective privado[...] que no bromea con las armas ni se detiene ante pamemas ni contemplaciones: actúa según su criterio y con toda la dureza de que es capaz al que poco o nada le importa la vida. Un hombre amargado que, siguiendo su propio código y sus propias normas, las aplica a destajo y sin finura. Un tipo duro, vamos”. En el despacho de Areta aparece un empresario que le encarga la misión de encontrar a su hija Isabel, la cual hace años que no sabe nada de su paradero y cuyo único contacto es su antiguo novio que trabaja en un programa de radio nocturno. Según avanza en la investigación de la desaparición de Isabel, la muerte de la hija de su amiga Carmen interpretado por María Casanova, le anuncia que debe de dejar la investigación ya que altos cargos financieros de los Estados Unidos están involucrados en la desaparición de Isabel.


José Luis Garci nació en Madrid y desde pequeño ya empezó su gran pasión por el cine y a sus 18 años comenzó a tener contacto profesional en el cine trabajando como crítico en revista comoSigno, Cinestudio o Reseña. Con ayuda de José María González Sinde empezó a escribir guiones para directores de la talla de Pedro Olea y Eloy de la Iglesia. Al cabo de unos años comenzó a dirigir cortometrajes como “Mi Marilyn” de 1975 con el que recibió numerosos premios. Con estas experiencias consiguió la soltura suficiente para hacer su primer largometraje en 1977 “Asignatura pendiente” creando una trilogía sobre la temática de la “Tercera vía”. Su éxito y su pasión por el cine son innegables y consiguió el Oscar a la mejora película de habla no inglesa con su película “Volver a empezar” de 1982 convirtiéndose en el primer director español en conseguir un Oscar.


Desde su niñez, Garci siempre ha estado muy unido a Madrid, una pasión y amor que relata en uno de sus libros: “La mágica luz de un atardecer madrileño de abril o mayo, resultaba emocionante, alegre, asombroso. Incluso un niño de ocho años sentía que su corazón se cargaba de futuro y de confianza. Esta relación entre el director y la ciudad que le vio nacer se demuestra en varias de sus películas, ya que retratan la ciudad de Madrid con un toque personal como en “Solos en la madrugada” de 1978 o “Tiovivo C. 1950” del 2004. Además de la visión tradicional de Madrid, a Garci le interesaba mostrar en sus películas la forma de vida de la gente, como se comportan, sus situaciones económicas y sociales, mostrando los acontecimientos que suceden en la sociedad española como en su película “Volver a empezar” donde la temática del director nos muestra todos los cambios que se estaban realizando durante la transición española tras la muerte de Franco en la que se mostraba la realidad de un país que estaba cambiando, como él afirma en una entrevista de Beatriz Sartori: “Hice unas películas que las llamaron “de la transición”, eran casi documentales e historias muy pegadas a la piel. Se narraba la muerte de Franco, la legalización del Partido Comunista, la gente comprando la segunda vivienda… Creo que eran momentos en mi vida en los que el cuerpo me pedía hacer este cine. Pero en el Crack, pone ante el espectador la situación de la sociedad española en la transición y la visión más típica de Madrid con las cafeterías de la puerta del Sol, los billares de la ciudad, planos del atardecer en la Gran Vía, la programación de los medios de comunicación, como mencionó el ABC tras el estreno de “El Crack”: Garci ha conservado algunas piezas claves del género[…] y las ha insertado en un ambiente cotidiano, con la voz de José María García de fondo y la careta televisiva del anuncio de la sesión de la tarde con “La música más triste del mundo”, y donde lo mas extraordinario que ocurre son los combates de boxeo del sábado por la noche en el frontón de Madrid, todo ello mezclándolo con un ambiente áspero y delictivo típico del cine negro norteamericano al cual Garci rinde homenaje a Dashiell Hammett, como dice Diego Galán: “Areta, que está labrado con la misma pasta que los héroes de Chandler o de Hammett, es un genuino tipo duro que en este caso desayuna carajillos”. Así pues, Garci rindió tributo al cine negro norteamericano pero sin abandonar sus raíces o sus gustos”. La realidad española se manifiesta en “El Crack” al poner en pantalla un Madrid de la transición, donde como el propio Garci dice: “Es una película que tiene que ver con la época, con la transición española , además muestra un análisis de la sociedad española, como citó el director tras el estreno de “El Crack II”: De la misma manera que la llamada “españolada” resulta ahora un documento sobre la sociedad española de su tiempo, no porque reflejara su realidad sino porque ilustraba sobre los sueños de aquella sociedad, mis películas han tenido una cierta anticipación. Aunque hay autores que sostienen que esta película no es una muestra del Madrid de la transición, sino que es un ejemplo de cine norteamericano a la española, como comenta Luis Antonio Alarcón: “Garci no construye su película a partir de cierta realidad española sino que intenta traspasar la cultura cinematográfica norteamericana que tiene para convertir a Madrid en una ciudad de película, cosmopolita sí, pero alimentada de mitos importados. Pero en este Madrid retratado en la obra de Garci se muestra la corrupción de la época la cual llevo al ex-policía German Areta a abandonar su cargo y tomarse la justicia por su cuenta. Además el detective interpretado por Landa es un hombre solitario, que no está casado ni tiene hijos, una forma de vida familiar que estaba apareciendo con la transición, como dice Rocío Collado Alonso: “estas formas alternativas van apareciendopaulatinamente en la sociedad española y, aunque son todavía minoritarias, han servido para concienciar a la población “de que hay otras opciones distintas a la tradicional y que, incluso, estas opciones se pueden presentar en distintas etapas del ciclo familiar. La aceptación social de estas opciones y su reflejo en la legislación es desigual, pero la tendencia es hacia una mayor permisividad y aceptación de modelos distintos de conducta con sus correspondientes costos y limitaciones. Por otro lado hay que mirar el papel interpretado por María Casanova, una madre soltera que tuvo a su hija en una relación anterior la cual después de su separación se quedó con la custodia de su hija y trabaja como enfermera en un centro de ancianos, dándola independencia económica. Este modelo familiar monoparental es novedoso en la transición, ya que es prácticamente impensable durante el franquismo, donde la mujer debía obediencia al marido y ella quedaba ligada a las tareas del hogar sin tener ningún poder sobre los bienes del matrimonio. En la transición y gracias a la nueva Ley de regulación del matrimonio, el hombre y la mujer se encontraban en igualdad de condiciones por lo que la mujer y el hombre tenían plena libertad para la toma de decisiones.


Por ello “El Crack” no es solo una muestra de cine negro con toques españoles, sino que es la visón de una sociedad que cambia y se mentaliza en un cambio político, social y económico diferente al del franquismo, un ambiente donde se respira incertidumbre, desconfianza e inseguridad, cuyas características se retratan a través de los personajes construidos por Garci.

 
 
 
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