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El Crimen de la Calle Fuencarral.

En la esquina con Fuencarral, es la casa donde sucedió el famoso crimen de doña Luciana Borcino a proncipios de siglo, ahí comienza la calle Divino Pastor. Se ha dedecir que el nombre de la calle viene de una leyenda sobre éste crimen.

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El día 2 de julio de 1888 por la mañana, los vecinos de la calle Fuencarral llaman alarmados a la policía, y cuando llega la policía descubren el cuerpo de doña Luciana Borcino, viuda de Vázquez Varela boca arriba, cubierta con unos trapos mojados en petróleo y ardiendo en una habitación cerrada. En una habitación adyacente se encuentra un perro bulldog y la sirvienta Higinia Balaguer Ostalé durmiendo bajo el efecto de un narcótico.

El desenlace e indagación de la policía de la época trajo en vilo a la sociedad española de la época dividida en dos bandos. Este crimen mediático fue uno de los primeros de los que se hizo eco la prensa española llegando hasta los estamentos más altos de la política.

La preocupación intensa de informar a la sociedad española corresponde desde los primeros instantes a El Liberal de Madrid y a otros diarios. El asesinato posee ingredientes que despiertan pronto el morbo de los madrileños ya que hay ingredientes para ello: una víctima presuntamente rica y algo descortés, un hijo con cuentas pendientes con la justicia, y una criada que lleva seis meses tan sólo sirviendo en la casa de la dueña. La sociedad de Madrid habla de este incidente en los cafés de tertulia y se producen dos bandos opuestos. Por un lado los higinistas partidarios de la criada y contrarios a Varela considerándolo como presunto culpable, y los varelistas partidarios de Varela y contrarios a Higinia Balaguer Ostalé como presunta culpable.

Para los tertulianos de los cafés la criada Higinia representaba el desamparo del proletariado y José Vázquez Varela era la imagen del "señorito golfo" y vicioso, "característico de las clases burguesas"

El 25 de mayo el tribunal declara su fallo: "Que debemos condenar y condenamos a la procesada Higinia de Balaguer Ostalé, por delito complejo de robo y homicidio, a la pena de muerte (...)". La sentencia condena a su amiga Dolores Ávila como cómplice de la pena de dieciocho años de prisión, y absuelve a los procesados José Vázquez-Varela Borcino y José Millán Astray, así como a María Ávila Palacios. Higinia es ejecutada en el garrote vil el sábado 19 de junio de 1890 a la edad de 28 años. Cerca de veinte mil personas asisten al acto. En los momentos previos a su muerte, Higinia gritó "¡Dolores, catorce mil duros!", frase cuya interpretación nunca ha sido satisfactoria. Hay quien sostiene que la sentencia fue, en realidad, fruto más de cierto rencor social burgués contra una sirvienta que de una verdadera voluntad de esclarecer los hechos, y que Varela se libró de responder por sus acciones

Culturalmente hablando, Galdós nombró estos crimenes en sus Obras Inéditas, el famoso director de cine Edgar Neville rodó "el crimen de la calle Bordadores" basandose en la história que nos acontece, en 1985 se adaptó en una serie de televisión.

Cerca de la Calle Fuencarral y en Divino pastor tenemos varios lugares asociados, al Club www.elgatodelavilla.com

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